2 Participantes:Aguila, Cazador
Estaba asentada un águila en el pico de un peñasco esperando por la llegada de las liebres. Sin poner mucha atención a su alrededor.
Mas la vio un cazador, y lanzándole una flecha le atravezó su cuerpo.
Viendo el águila entonces que la flecha estaba construída con plumas de su propia especie exclamó:
¡Qué tristeza terminar mis días por causa de mis plumas!
Moraleja
Más profundo es nuestro dolor cuando nos vencen con nuestras propias armas.
El aguila atravesada por una flecha
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